UN PEQUEÑO (GIGANTE) HÉROE

Esta sala fue pensada para ofrecer un resumen detallado sobre la presencia histórica, en la televisión y en la cultura popular, del mayor superhéroe latino, el Chapulín Colorado.

Para reconstruir la cronología de un éxito como el “Pulgar Rojo” (primer nombre del personaje en Brasil), fue necesario un estudio profundo sobre la evolución del personaje. Aquí, encontrarás curiosidades e información sobre su serie en solitario, sea delante o detrás de las cámaras, con la riqueza de los guiones escritos por Chespirito para episodios inolvidables, llevándonos, incluso, a parodias de diversas obras y figuras populares.

La explicación detrás de la historia del nombre “Chapulín Colorado”, además de homenajes que hicieron del primer gran éxito de Chespirito algo simplemente eterno.

¿POR QUÉ “CHAPULÍN COLORADO”?

En el proceso de creación del héroe, Chapulín no sería “Colorado”, sino “Justiciero”. Como la inspiración para el héroe es un insecto (un chapulín, saltamontes del género Sphenarium), Roberto imaginó al personaje con ropas verdes. Pero había un problema: no había tela verde disponible. Quedaban, entonces, los colores azul, negro, blanco y rojo.

El azul fue considerado problemático por el aspecto técnico, ya que el fondo del estudio de chroma-key para los efectos visuales también era de ese color. Si mantenían el azul, el personaje simplemente desaparecería en medio de las inserciones y demás trucos de escena. El color negro, también sugerido, fue rechazado por Roberto, por traer un aspecto muy serio. Él quería que fuera un color vibrante, acorde con el humor propuesto. Ya el blanco, al igual que el azul, también trae el aspecto técnico como motivo del rechazo: si se utilizaba, iba a estorbar la grabación por motivos de iluminación, además de ensuciarse fácilmente.

Finalmente, el rojo fue el color elegido, simplemente por ser el que mejor funcionaba en escena, en comparación con los demás. Esto trajo a Roberto una idea: renombrar a “El Chapulín Justiciero” como “El Chapulín Colorado”, en referencia al traje rojizo que había ganado el más nuevo superhéroe de América Latina.

LAS PARODIAS DE LA SERIE

Además de las aventuras de Chapulín, la serie también era espacio para que Roberto Gómez Bolaños paseara por la historia y las artes.

Algunos de los episodios más recordados por los fans vinieron de clásicos de la literatura. Ejemplo de Blanca Nieves, historia compilada por los Hermanos Grimm, que se convirtió en una saga de tres partes en 1978, con derecho a los siete “Churi Churin Fun Flais” y el espejo con la cara de Ramón Valdés.

En el mismo año, la saga La función debe continuar, en seis partes, hizo un viaje por clásicos del cine. En la historia, un antiguo estudio iba a ser demolido, y el empleado más antiguo (Ramón Valdés) llama a Chapulín para compartir con él las historias de las obras hechas allí, en parodias de La pantera rosa (1973), Frankenstein (1931), El profesor alocado (1963), Madame Butterfly (1932) y Cantando bajo la lluvia (1952), siempre con mucho buen humor.

También es inolvidable la parodia de figuras como Leonardo da Vinci. El genio apareció en Si a ti te gusta el arte, métete al refrigerador (1976) y El pintor se fue de pinta (1979). Cleopatra, Cristóbal Colón y Sansón fueron otras figuras que aparecieron en el programa.

Roberto hizo, también, parodia del clásico Fausto, de Goethe, que se transformó en el episodio El Chirrín Chirrión del diablo. Y, claro, la adaptación de Romeo y Julieta, de William Shakespeare, aquí llamada por Chespirito de “Juleo y Rumieta”, en dos versiones, de 1975 y 1979.

La evolución del uniforme

Desde su creación en 1970 hasta su última aparición en 1992, el Chapolin Colorado experimentó varios cambios en su uniforme, que comenzó de una manera más casera y, luego, evolucionó junto con el personaje.

En su primera aparición, Chapolin lucía un traje mucho más sencillo. Confeccionado por Graciela, la primera esposa de Chespirito, el uniforme de nuestro héroe tenía un corazón pequeño en el pecho, cosido a mano, estirando toda la tela. La capucha, colocada debajo de un body rojo, tenía una cremallera y hasta un alfiler para sujetar todas las piezas, como las alitas. Las “antenas de vinilo” estaban hechas del mismo material utilizado en los corsés, un metal con efecto memoria y buena elasticidad para mover los pequeños pompones amarillos y rojos. Además, los tenis totalmente blancos destacaban por ser el único color neutro en esa composición.

Después de un tiempo, ya en su propia serie, el personaje recibe algunas mejoras. Los tenis pasan a tener color amarillo, con detalles en blanco. El famoso corazón crece y se transforma en un escudo, también cosido a mano. Antenas sutilmente más grandes, una nueva capucha y un mejor acabado en el resto del uniforme completan el visual.

A partir del apogeo de su paso por la TV, en 1977, el Chapulín tuvo grandes cambios. El par de tenis, que aún no había recibido la debida atención, se modificó para tener tonos de rojo y amarillo, además de un pequeño corazón cosido en los laterales. Las famosas alitas, que dificultaban el movimiento del actor, se limitaron a colgar del cinturón. El escudo en forma de corazón dejó la tela de punto y fue bellamente confeccionado en cuero barnizado.

En sus últimas apariciones, a principios de la década de 1990, los cambios se acentuaron. Las antenas se volvieron estáticas, con pompones enormes, mientras que la capucha se redujo un poco, mostrando más de los lados de la cara del actor. El corazón, que perdió su forma clásica, se volvió más “puntiagudo”. La ropa tuvo que aumentar de tamaño, debido a que la complexión física de Chespirito ya no era la misma delgadez de veinte años antes.

Page Reader Press Enter to Read Page Content Out Loud Press Enter to Pause or Restart Reading Page Content Out Loud Press Enter to Stop Reading Page Content Out Loud Screen Reader Support
Rolar para cima